En
meteorología ciclón
usualmente suele aludir a vientos intensos acompañados de tormenta;
aunque también designa a las áreas del planeta en las cuales la
presión atmosférica es baja. En esta segunda acepción el
significado de ciclón es equivalente al de borrasca, y es el
fenómeno opuesto al anticiclón.
Los
ciclones y anticiclones tienen una importancia fundamental en la
generación de los vientos o corrientes atmosféricas. En efecto, un
área de bajas presiones genera vientos al atraer las masas de aire
atmosférico desde las zonas de altas presiones o anticiclónicas.
Tipos
Ciclones tropicales
El
ciclón tropical Igor de 2010.
Los
ciclones tropicales (también conocidos como tormentas tropicales,
huracanes y tifones) son ciclones que se forman generalmente en
océanos calientes (generalmente tropicales) y de ahí succionan la
energía de la evaporación y la condensación. Son característicos
por tener una fuerte área de baja
presión en la superficie y una alta
presión en los niveles altos de la atmósfera. Se originan por la
formación de centros de baja presión atmosférica en el mar.
Son
altamente destructivos, ya que producen fuertes lluvias con vientos
de al menos 120 km/h, llegando sus ráfagas, en algunas ocasiones, a
más de 300 km/h.
Ciclones extratropicales
Es
un ciclón que se forma a latitudes mayores a 30°; se compone por
dos o más masas de aire, por lo tanto se asocia a uno o más
frentes.
La
familia de ciclones extratropicales es tan amplia que normalmente se
intenta definir una subfamilia. Pero ésta es una tarea muy difícil
debido a que, de hecho, cada ciclón es único e irrepetible. Un
estudio muy amplio sobre ciclones muestra, sin embargo, que se pueden
observar características comunes entre ellos, pudiéndose hacer una
clasificación.
Uno
de los criterios más utilizados para la clasificación es el
mecanismo inicial involucrado en el desarrollo del ciclón, que es el
criterio utilizado en este módulo.
Ciclones polares
Los
ciclones polares son similares en comparación y tamaño a los
ciclones tropicales, aunque generalmente tienen una vida más corta.
Los
ciclones polares tienen típicamente varios cientos de kilómetros de
diámetro y vientos fuertes (aunque generalmente no tienen la
intensidad de un huracán). A diferencia de los típicos ciclones
tropicales estos se desarrollan con una extrema rapidez, alcanzando
su fuerza máxima en 24 horas.
Los
ciclones árticos poseen extensas áreas de baja presión en la
regiones polares que tienen una débil rotación ciclónica con una
máxima explosión de 120 metros cúbicos.
En meteorología
ciclón
usualmente suele aludir a vientos intensos acompañados de tormenta;
aunque también designa a las áreas del planeta en las cuales la
presión atmosférica es baja. En esta segunda acepción el
significado de ciclón es equivalente al de borrasca, y es el
fenómeno opuesto al anticiclón.
Los ciclones y
anticiclones tienen una importancia fundamental en la generación de
los vientos o corrientes atmosféricas. En efecto, un área de bajas
presiones genera vientos al atraer las masas de aire atmosférico
desde las zonas de altas presiones o anticiclónicas.
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